Con esta obra finaliza la trilogía (por trimestres) del primer curso del Club de la Canasta. Estoy encantado con el éxito que ha tenido la saga. Me complace que los adultos reconozcan que también se lo han pasado bien con los líos absurdos de ese grupo de chavales que me son ya muy próximox. También estoy satisfecho del humor con el que he descrito sus aventuras. En este tercer trimestre, dedicado especialmente al despertar sensual de sus protagonistas, no me he cortado ni un pelo a la hora de reirme de las novelas de zombis (la novia de Iker es un ejemplo) y he dedicado varias pàginas a los problemas de dominio/humillación a los que a menudo estan expuestos nuestros escolares. |